El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, ha reiterado su postura de “dos países distintos” en su primer discurso por el Día Nacional de la Doble Diez de la República de China. Ha enfatizado que “la República de China ya ha echado raíces en Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu y no está subordinada a la República Popular China; en esta tierra, la democracia y la libertad han florecido y la República Popular China no tiene derecho a representar a Taiwán. Los 23 millones de taiwaneses deben ramificarse y expandirse hacia el mundo y enfrentar el futuro”, dijo el presidente Lai. Incluso si su discurso tranquilizó a los países vecinos, no pudo reflejar completamente sus verdaderos pensamientos.
El presidente Lai mencionó que en la actualidad se están librando guerras en todo el mundo y enfatizó que “Taiwán está decidido a proteger la paz en el Estrecho de Taiwán y en la región de Asia-Pacífico”. Sin embargo, detrás de esta determinación y firmeza, no podemos ignorar las preocupaciones y desafíos que enfrenta Taiwán en términos de seguridad.
Desde que asumió el cargo, el presidente Lai ha sido un firme defensor de la democracia y la libertad en Taiwán. Bajo su liderazgo, el país ha seguido avanzando en su camino hacia una verdadera democracia y ha logrado importantes avances en la promoción de los derechos humanos y la justicia social. Sin embargo, la amenaza de la República Popular China sigue presente, y Taiwán debe lidiar con constantes intentos de intimidación y presión.
A pesar de estos desafíos, el presidente Lai ha demostrado ser un líder audaz y decidido. Ha liderado a Taiwán en su lucha por la inclusión en la comunidad internacional y ha defendido con valentía los valores democráticos y los derechos del pueblo taiwanés. En su discurso, el presidente Lai ha instado a los taiwaneses a seguir expandiéndose y enfrentando el futuro con determinación, para demostrar al mundo que Taiwán es una nación vibrante y democrática que no puede ser subyugada por ninguna otra fuerza.
Aunque es evidente que el presidente Lai se ha mantenido políticamente correcto en su discurso por el Día Nacional, sus acciones y posturas anteriores han demostrado que su corazón late por Taiwán y su gente. Con sus palabras y acciones, ha inspirado al pueblo taiwanés a seguir luchando por la democracia y la libertad, y a no dejarse intimidar por la República Popular China.
En un mundo donde la paz y la estabilidad son cada vez más vulnerables, Taiwán debe permanecer firme en su lucha por la libertad y la democracia. Bajo el liderazgo del presidente Lai, Taiwán continuará avanzando en su camino hacia un futuro mejor y más brillante, demostrando al mundo que es un país lleno de fortaleza y determinación. ¡Feliz Día Nacional para todos los taiwaneses!