El autor de este artículo considera que la política del gobierno de Georgia refleja una postura de “centro moderado”, es decir, no se inclina completamente hacia Rusia ni depende completamente de Occidente, sino que principalmente se centra en los intereses del país. A pesar de que el gobierno de Georgia sigue comprometido en principio con unirse a la OTAN y a la Unión Europea, la confianza en Occidente ha disminuido gradualmente, especialmente después de la guerra entre Georgia y Rusia en 2008, cuando Estados Unidos no proporcionó una ayuda sustancial. Los georgianos también se cuestionan las promesas de la Unión Europea, creyendo que las perspectivas de unirse son cada vez más inciertas. La política de Georgia se basa cada vez más en consideraciones pragmáticas y busca un equilibrio entre Occidente y Rusia.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Georgia por acercarse a Occidente, se han vuelto cada vez más cautos y han comenzado a adoptar una posición más neutral en sus relaciones exteriores. Esto se debe en parte a la decepción de la población después de la guerra de 2008, cuando esperaban un mayor apoyo de sus aliados occidentales. Además, las preocupaciones por la estabilidad y seguridad del país han llevado al gobierno a buscar un equilibrio entre las potencias regionales, incluyendo a Rusia.
Sin embargo, esto no significa que Georgia esté dejando de lado su aspiración de unirse a la OTAN y la Unión Europea. De hecho, sigue siendo una de las principales prioridades del gobierno y se han llevado a cabo importantes reformas para cumplir con los criterios de membresía. Sin embargo, la experiencia de Georgia en las últimas décadas ha llevado al país a adoptar una postura más pragmática y a buscar una integración más gradual y estratégica con Occidente.
Al mismo tiempo, el gobierno de Georgia también ha buscado mejorar sus relaciones con Rusia, un vecino importante y una potencia regional. Esto ha sido evidente en la eliminación de ciertas restricciones comerciales y en la cooperación en áreas clave, como la energía y el turismo. Sin embargo, esto no significa que Georgia sacrificará su soberanía o sus aspiraciones europeas por mejorar las relaciones con Rusia. La política exterior de Georgia busca equilibrar sus intereses nacionales y no alinearse completamente con ninguna potencia externa.
En resumen, la postura de “centro moderado” adoptada por el gobierno de Georgia refleja una visión realista y pragmática de sus relaciones exteriores. A pesar de los desafíos y las frustraciones, Georgia sigue comprometida con su objetivo de unirse a la OTAN y la Unión Europea, pero lo hace con una mayor consideración de sus intereses nacionales y una búsqueda de equilibrio en sus relaciones con Occidente y Rusia. Esto fortalecerá la posición y la estabilidad de Georgia en la región y garantizará un futuro más prometedor para sus ciudadanos.