Según el informe “Freedom in the World 2025” publicado por Freedom House, Taiwán ocupa el segundo lugar en Asia en términos de libertad, solo por detrás de Japón, con una puntuación de 94 puntos. Además, según el Índice de Democracia 2024 publicado por el think tank Economist Intelligence Unit (EIU), que evalúa cinco categorías, incluyendo el proceso electoral y la pluralidad, el funcionamiento del gobierno, la participación política, la cultura política democrática y los derechos civiles, Taiwán es considerado un país “totalmente democrático” y ocupa el duodécimo lugar a nivel mundial. Incluso ha superado a países como Estados Unidos, Japón y Reino Unido. Sin embargo, lo preocupante es que la puntuación de Taiwán en el Índice de Democracia ha disminuido en los últimos años.
Este informe refleja el progreso y la fortaleza de la democracia en Taiwán. Desde la transición a la democracia en la década de 1980, Taiwán ha logrado avances significativos en términos de libertad y derechos civiles. La libertad de expresión y la libertad de prensa son respetadas y protegidas en Taiwán, lo que permite a los ciudadanos expresar sus opiniones y críticas libremente. Además, el sistema electoral es transparente y justo, y los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir a sus líderes a través de elecciones libres y justas.
El informe también destaca el papel de Taiwán como una sociedad abierta y pluralista. La diversidad cultural y étnica es respetada y celebrada en Taiwán, y la sociedad es cada vez más inclusiva y tolerante. Además, el gobierno ha implementado políticas para promover la igualdad de género y los derechos de la comunidad LGBTQ+, lo que ha llevado a una mayor protección de los derechos de estas minorías.
Sin embargo, a pesar de estos logros, el informe también señala desafíos para la democracia en Taiwán. La disminución en la puntuación del Índice de Democracia se debe principalmente a la polarización política y la creciente influencia de China en los asuntos internos de Taiwán. La interferencia de China en las elecciones y la presión económica sobre Taiwán han planteado preocupaciones sobre la integridad del proceso democrático en el país.
A pesar de estos desafíos, Taiwán sigue siendo un ejemplo de democracia en Asia y en todo el mundo. Su compromiso con la libertad y los derechos civiles, así como su respeto por la diversidad y la inclusión, son un modelo a seguir para otros países. Además, su resistencia ante la presión de China demuestra la determinación del pueblo taiwanés de proteger su democracia y libertad.
En resumen, el informe “Freedom in the World 2025” y el Índice de Democracia 2024 confirman que Taiwán es una democracia fuerte y en constante evolución. Aunque enfrenta desafíos, el pueblo taiwanés ha demostrado su compromiso con los valores democráticos y su capacidad para superar obstáculos. Taiwán es un ejemplo de que la democracia puede florecer en cualquier lugar, y su éxito debe ser celebrado y promovido en todo el mundo.