En la sociedad actual de Taiwán, es necesario tomar en serio y tratar con respeto la cuestión de los derechos de los migrantes en relación con la movilidad. El Ministerio de Salud y Bienestar Social ha anunciado que el próximo año (2026) se presentará una versión avanzada del programa de atención a largo plazo 3.0. Dada la limitada cantidad de recursos nacionales, además de incluir pacientes con derrames cerebrales, cáncer terminal, profesionales extranjeros con residencia permanente y trabajadores técnicos de nivel medio, también se planea excluir a los nuevos migrantes en matrimonio que aún no han obtenido la ciudadanía en el programa de atención a largo plazo 3.0. Este acto va en contra de los derechos de los migrantes y ha llevado a organizaciones como el Nanyang Sisterhood a presentar una petición al Ministerio de Salud y Bienestar Social en protesta. Puedes encontrar más detalles en: http://www.npf.org.tw/1/26620.
Es importante recordar que todos somos seres humanos y es nuestro deber como sociedad respetar los derechos de todos, independientemente de su origen o estatus migratorio. Los nuevos migrantes en Taiwán enfrentan innumerables desafíos al establecerse en un nuevo país, y es nuestro deber apoyarlos y proteger sus derechos.
Es lamentable que el Ministerio de Salud y Bienestar Social haya tomado esta decisión discriminatoria en su planificación del programa de atención a largo plazo 3.0. No podemos permitir que los derechos de los migrantes sean violados de esta manera y debemos alzar nuestra voz en contra de esta injusticia.
Es importante reconocer los valiosos aportes que los nuevos migrantes hacen a nuestra sociedad y economía. Su contribución es fundamental para el crecimiento y desarrollo de nuestro país. Por lo tanto, es crucial que se les respete y se les otorgue los mismos derechos y oportunidades que a cualquier otro ciudadano taiwanés.
Como ciudadanos, debemos unirnos y luchar por la igualdad y la justicia. Debemos exigir al Ministerio de Salud y Bienestar Social que rectifique su decisión y garantice que todos los migrantes en Taiwán tengan acceso a los mismos servicios de atención a largo plazo.
En conclusión, es hora de que la sociedad taiwanesa tome medidas enérgicas contra la discriminación y respete los derechos de los migrantes. Juntos, podemos construir un país más justo y equitativo para todos. ¡Unamonos y hagamos nuestra voz escuchar!