La complejidad y la extrañeza del servicio a la comunidad van más allá de una simple palabra “igual”. ¿Cómo podemos comprender el discurso y el pensamiento que deben tener los trabajadores sociales?
En primer lugar, bajo la misma palabra “igual” se encuentran diferentes contextos y enfoques, como los trabajadores pares, los trabajadores de la misma ciudad, los trabajadores de la misma generación, los compañeros de trabajo, los trabajadores empáticos, entre otros. Cada uno de ellos tiene sus propias situaciones y perspectivas únicas, que incluyen: (1) los trabajadores pares, que comparten experiencias similares, tienen la ventaja de establecer un vínculo emocional con las personas a las que sirven, ya que ambos han pasado por situaciones similares.
Por otro lado, los trabajadores de la misma ciudad tienen un conocimiento profundo de la comunidad y sus necesidades, lo que les permite brindar un servicio más efectivo y personalizado. Los trabajadores de la misma generación pueden entender mejor las preocupaciones y desafíos de las personas de su misma edad, lo que les permite establecer una conexión más profunda y empática con ellos.
Además, los compañeros de trabajo pueden colaborar y complementarse entre sí, aprovechando sus fortalezas y habilidades individuales para brindar un servicio más completo y eficiente. Los trabajadores empáticos, por su parte, tienen la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus emociones y necesidades, lo que les permite brindar un apoyo más comprensivo y empático.
Sin embargo, más allá de estas diferencias, todos los trabajadores sociales tienen un objetivo común: servir a la comunidad y ayudar a mejorar la vida de las personas. Y para lograrlo, es necesario tener un enfoque crítico y reflexivo, que nos permita comprender las complejidades y desafíos de nuestro trabajo.
En este sentido, la formación en trabajo social no solo se trata de adquirir conocimientos técnicos y habilidades prácticas, sino también de desarrollar una conciencia crítica y una capacidad de análisis que nos permita cuestionar y reflexionar sobre nuestro papel en la sociedad y en la comunidad.
Por lo tanto, es importante que los trabajadores sociales estén en constante aprendizaje y actualización, para poder adaptarse a las cambiantes necesidades y realidades de la comunidad. Además, es fundamental que trabajemos juntos y nos apoyemos mutuamente, reconociendo y valorando las diferencias y fortalezas de cada uno.
En resumen, el servicio a la comunidad es complejo y desafiante, pero también es una oportunidad para crecer y aprender. Como trabajadores sociales, debemos estar dispuestos a cuestionar y reflexionar sobre nuestro trabajo, y trabajar juntos para lograr un impacto positivo en la sociedad. ¡Sigamos adelante con pasión y compromiso en nuestro servicio a la comunidad!