El presidente estadounidense Joe Biden y el presidente chino Xi Jinping se reunieron por última vez en la Cumbre de Líderes de APEC en Perú, en lo que se podría considerar como el viaje de graduación de Biden. Ambos emitieron comunicados de prensa como es habitual, pero con pequeñas diferencias en su contenido. La televisión estatal china informó que Xi Jinping mencionó directamente la posición independentista de Lai Ching-te, lo que causó preocupación en el gobierno del Partido Democrático Progresista de Taiwán. Se apresuraron a aclarar que Xi Jinping no lo mencionó específicamente, pero dejaron de lado el punto importante en su respuesta.
De hecho, la elección de Trump no solo trajo grandes cambios al panorama multilateral global, sino que también añadió incertidumbre a las relaciones entre Estados Unidos y China. El significado del “encuentro Biden-Xi” es como Biden lo dijo, “asegurar que la competencia entre ambos países no se convierta en conflicto”. A medida que las tensiones han ido escalando entre Estados Unidos y China en los últimos años, este encuentro se convirtió en una importante oportunidad para ambas partes de discutir sus diferencias y buscar soluciones para mejorar las relaciones bilaterales.
Sin embargo, el enfoque de los medios de comunicación en el punto mencionado por Xi Jinping sobre Taiwán ha desviado la atención del verdadero propósito y significado del encuentro. Más allá de las diferencias y desacuerdos en temas como el comercio, la política exterior y los derechos humanos, este encuentro reafirmó la importancia de la comunicación y el diálogo entre dos de las economías más grandes del mundo. Ambos líderes coincidieron en que es necesario trabajar juntos para abordar los desafíos globales y promover la cooperación en lugar de la confrontación.
Como Biden mencionó, Estados Unidos y China pueden ser competidores, pero también socios en áreas como el cambio climático, la salud global y la seguridad. Esta visión de una coexistencia pacífica y una cooperación constructiva es fundamental para mantener la estabilidad y el progreso en el mundo. Y a pesar de sus diferencias, Estados Unidos y China tienen intereses comunes en la solución de problemas globales.
El encuentro entre Biden y Xi Jinping en el marco de la cumbre de APEC fue más que un simple evento diplomático, fue una oportunidad para que ambas naciones trabajen juntas y demuestren su compromiso con una relación basada en el respeto y la cooperación. Aunque puede haber desacuerdos en ciertas políticas y acciones, la mejor manera de avanzar es a través del diálogo y la comprensión mutua. Este encuentro es un recordatorio de que, a pesar de las diferencias, Estados Unidos y China pueden encontrar un terreno común y trabajar juntos por un mundo mejor y más estable.