Recientemente, tanto China continental como Taiwán han implementado una estrategia de “mano dura y mano suave”. Después de que el Ejército Popular de Liberación finalizara sus ejercicios militares “Espada Unida-2024B” en Taiwán el 14 de octubre, el día siguiente el presidente chino Xi Jinping realizó una visita a la provincia de Fujian, donde expresó su deseo de “dar pasos más grandes en la exploración de una nueva vía para la integración y el desarrollo entre ambas orillas del estrecho”. El secretario general de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho, Lo Wen-chia, también señaló el 15 de octubre en Matsu que acogen con satisfacción la visita de la Asociación para los Intercambios a través del Estrecho a la base militar de “Nangan 26” para discutir el “consenso de 1992”. Sin embargo, en el mismo evento, el vicepresidente del Consejo de Asuntos de China continental, Liang Wen-chieh, afirmó que nadie se opone a que “la frontera norte de la nación” se refiera a Dongyin, lo que pone de manifiesto las contradicciones en la política de Taiwán hacia China continental.
El presidente Tsai Ing-wen ha estado en el cargo por poco tiempo, pero ya ha mostrado una postura más firme hacia China continental. Durante su discurso de inauguración, dejó en claro que su gobierno no aceptará la “unificación” bajo la fórmula de “un país, dos sistemas”. Además, ha reforzado la defensa de Taiwán mediante la adquisición de armas y la realización de ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos. Esta postura ha sido bien recibida por gran parte de la población taiwanesa, que teme la influencia creciente de China continental en la isla.
Por otro lado, China continental también ha estado utilizando una estrategia de “mano suave” para mejorar las relaciones con Taiwán. El presidente Xi Jinping ha expresado su deseo de una “reunificación pacífica” y ha ofrecido incentivos económicos para atraer a Taiwán hacia su órbita. Además, ha permitido que los turistas chinos visiten Taiwán y ha aumentado los intercambios culturales y educativos entre ambas partes. Sin embargo, estas medidas no han logrado convencer al gobierno de Taiwán de que renuncie a su postura de independencia.
En resumen, ambas partes están utilizando una estrategia de “mano dura y mano suave” en sus relaciones. Mientras que Taiwán se mantiene firme en su postura de independencia, China continental está tratando de atraer a la isla con incentivos económicos y medidas de reconciliación. Aunque esta situación puede parecer contradictoria, es una señal de que ambas partes están dispuestas a seguir dialogando y buscando una solución pacífica para sus diferencias. Esperamos que en el futuro, ambas partes puedan encontrar un terreno común y trabajar juntas hacia una relación más estable y armoniosa.