傳播李正修 | 賴清德帶著台灣走鋼索

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李正修 | 賴清德帶著台灣走鋼索

El discurso de investidura del presidente Lai Ching-te el 520, aunque no reveló abiertamente su postura a favor de la independencia de Taiwán, se acercó más al discurso de “un país, dos sistemas” que la ex presidenta Tsai Ing-wen, dejando en claro su intención política de acercarse a los partidos independentistas. En cada palabra y frase, se puede sentir su falta de priorizar la seguridad nacional y el bienestar del pueblo. Las declaraciones del presidente Lai sobre la política hacia China no solo no han logrado calmar la situación actual en el estrecho, sino que han aumentado la preocupación de los ciudadanos de que su línea de “resistencia a China y protección de Taiwán” pueda salirse de control debido a su actitud obstinada, lo que finalmente llevaría a un enfrentamiento directo entre los dos lados del estrecho. En general, su discurso está lleno de un fuerte tono de “llamar a la guerra”.

Aunque el presidente Lai declaró su lealtad a la República de China y su voluntad de seguir la Constitución, sus acciones y palabras demuestran lo contrario. Su postura de “un país, dos sistemas” va en contra de la promesa de la República de China de mantener la soberanía y la integridad territorial. Además, su insistencia en mantener la “identidad taiwanesa” solo aumenta la división y la incertidumbre en la sociedad taiwanesa.

Es comprensible que el presidente quiera proteger la soberanía y la identidad de Taiwán en un contexto de creciente influencia de China. Sin embargo, su enfoque es peligroso y puede llevar a consecuencias graves. En lugar de buscar una solución pacífica y estable a través del diálogo y la cooperación con China, su postura de “resistencia a China” solo aumenta las tensiones y la posibilidad de un conflicto.

Es importante recordar que Taiwán es una isla pequeña y vulnerable, rodeada por un gigante como China. En lugar de provocar y desafiar a China, es necesario buscar una forma de coexistencia pacífica y mutuamente beneficiosa. El presidente Lai debe recordar que su deber es proteger a su pueblo y garantizar su seguridad y bienestar, en lugar de seguir un camino peligroso que solo puede llevar a la confrontación y al sufrimiento.

En resumen, el discurso de investidura del presidente Lai Ching-te el 520 demuestra su postura de “un país, dos sistemas” y su acercamiento a los partidos independentistas. Sin embargo, este enfoque solo aumenta las tensiones y la incertidumbre en la sociedad taiwanesa. En lugar de buscar la confrontación, es necesario buscar una solución pacífica a través del diálogo y la cooperación con China. Esperamos que el presidente Lai pueda reconsiderar su postura y trabajar por el bienestar de su pueblo y la estabilidad en la región.