En medio del ajetreo y el bullicio del trabajo docente, me gustaría compartir mi experiencia como miembro de la administración de una organización de bienestar social. Este papel también me ha llevado a reflexionar sobre la importancia de ampliar nuestras ideas a través de entrevistas sobre la experiencia de servicio a la comunidad.
A través de una plataforma digital, tuve el privilegio de escuchar a un director ejecutivo de una organización de acogida que habló con razón, emociones, conocimiento y autenticidad. Esto me conmovió y despertó mi intuición sobre los actuales problemas en el ámbito de bienestar social, el caos en la profesión de trabajo social y las desviaciones en la sociedad. En primer lugar, se habló sobre las aspiraciones futuras de la organización de acogida y cómo éstas se alinean con el espíritu de la Convención sobre los Derechos del Niño.
La Convención, adoptada y ratificada por la mayoría de los países, establece estándares internacionales para garantizar los derechos y protección de los niños, incluyendo su derecho a un ambiente seguro y apropiado para su desarrollo. Esto se está convirtiendo en una prioridad cada vez más relevante para las organizaciones de bienestar social en todo el mundo. Como profesionales del trabajo social, debemos ser conscientes de esto y trabajar en colaboración con los demás sectores para garantizar que se cumplan los derechos de los niños.
Además, el director ejecutivo compartió sus pensamientos sobre el papel del trabajo social en la actualidad. Destacó la importancia de mantener el enfoque en las personas y sus necesidades, en lugar de solo cumplir con los requisitos y los informes. El trabajo social es una profesión que se centra en los individuos y sus circunstancias únicas, y debemos recordar esto en todo momento. También destacó la importancia de la empatía y la conexión en nuestro trabajo, y cómo esto puede marcar la diferencia en la vida de las personas.
En términos más generales, la discusión se centró en los desafíos y oportunidades en el campo de bienestar social. Como en cualquier profesión, hay desafíos y obstáculos que debemos enfrentar, pero también hay muchas oportunidades para crecer y mejorar. Debemos estar abiertos a aprender y adaptarnos a los cambios en la sociedad y en las necesidades de nuestros clientes.
En resumen, la experiencia de escuchar a un líder en el ámbito de bienestar social fue enriquecedora y reveladora. Me motivó a seguir trabajando para mejorar la vida de las personas a través del trabajo social y me recordó la importancia de mantener nuestro enfoque en las personas y sus derechos. Espero que este intercambio de ideas siga inspirando a otros a reflexionar y actuar por el bien de nuestra sociedad.